miércoles, 6 de diciembre de 2006

Enfermedad mental

Hoy me han dado una mala noticia. A un amigo mío le han diagnosticado una enfermedad mental. En realidad, no sé si es tan mala, al menos para él. Se acabaron por fin esas angustias, penas y tristezas por no saber qué le sucedía, por no entenderse él, ni entenderle los demás. Ahora ya sabe a qué atenerse, ya conoce la causa de todo, ya puede ponerle nombre.
Sin embargo, yo tengo miedo; miedo a no saber cómo reaccionaré la próxima vez que le vea, miedo a que él note en mis ojos este miedo, a que descubra que le veo de diferente manera. Quiero que todo sea igual que siempre, pero no sé si sabré hacerlo.
Es increible la ignorancia que hay acerca de las enfermedades mentales y las reacciones que provoca en la gente. Antes, me iba de viaje con él sin dudarlo, pero ahora, no puedo evitar pensar que quizá le ocurra algo, le dé una crisis o qué se yo. ¡Es tan poco lo que sé!. Pero bastante ha sufrido (y sufrirá) por culpa de su enfermedad. No me perdonaría el que yo aumente ese sufrimiento. Nos conocemos desde siempre y aunque ahora estamos lejos, para mí sigue siendo como alguien de la familia.
Empezaré a bucear por internet, a ver qué averiguo de esa enfermedad, y cómo convivir con ella. No quiero dejar de formar parte de su vida. No es justo, no se lo merece. Ahora más que nunca, los que le queremos no podemos abandonarle. Pero va a ser muy duro.
Me temo que habrá un antes y un después en nuestra relación. ¿Podrá ser el después mejor que el antes?.